Grandes inventos
El hombre, la criatura más inteligente sobre la tierra -y puedo otorgar muestras sobradas en ese punto-, ha dado lugar a muchos inventos. Ahora, pregunto: ¿Cuáles han sido los fundamentales? ¿Qué inventos realmente cambiaron la historia del mundo? ¿Cómo se inventa algo? ¿Cuánto cuesta inventar? ¿Hay que cobrar patente por los inventos?
Por último, ¿ustedes inventaron algo?
La gente usa las cosas con un desprecio a veces sorprendente, sin ningún respeto por la historia de las mismas.
No sabe que ese adminículo que está utilizando tal vez costó sangre, pudor y lágrimas.
Por lo general el señor que está usando un martillo, o la señora que está empleando el palo de amasar, no comprenden -ni valoran- que alguien haya logrado esos inventos. ¡No!
Aquel que ahora está usando una birome, ¿sabe lo que costó?...
le digo, un peso veinte en el kiosco de la esquina.
Hay una idea muy generalizada sobre que las guerras favorecen los adelantos técnicos y los inventos. ¿Están de acuerdo?
Estamos de acuerdo.
¿Saben cuál fue el último gran invento que le debemos a la guerra?
La bala.
Hoy, acostumbrados a otra cosa, ¿imaginan una guerra sin balas?
Un tedio total. Las balas aceleran las guerras, ayudan a que la gente muera más rápido y eso hace que aquellas duren menos.
Antes se extendían 100 años como si nada, ahora una guerra te la sacás de encima en un par de semanas. Así que demos gracias a las balas, ellas han contribuido para que vivamos en un mundo con conflagraciones pasajeras... en un mundo de paz.
Pero vayamos al primer invento importante: el fuego; que no se descubrió… ¡se inventó!
Hasta ese momento el planeta estaba muy atrasado, era el mundo del buffet froid, hasta que llegó un tipo (o una mina, para que no me tilden de machista) y frotó unos palitos.
Digo, sin hornallas, sin estufas, sin hogar a leña, ¿cómo se combatían los inviernos antes de la invención del fuego? ¿La gente cómo se calentaba?
Sí, muy bien... ¡frotándose los unos a los otros!
Eso comenzaba siendo una necesidad para combatir el frío y terminaba en cualquier cosa. Desde actitudes libidinosas y lascivas, hasta batallas campales… dependiendo de quién te frotara.
El fuego terminó con esos problemas y cada uno pudo estar tranquilo en su casa sin que nadie lo toqueteara.
Imaginemos más ventajas: ¿Cuánto estaríamos para fumar un cigarrillo sin fuego? Un día entero con el cigarrillo en la mano, con el daño que eso provoca.
¿Saben cuánto se tardaría en hacer un asado a los rayos del sol?
Semana, semana y pico… y además, el riesgo que si te toca un día nublado, se te pasma.
Otro invento de puta madre: la escritura. Antes de la escritura la gente se tenía que aprender todo de memoria. La maestra decía “copien” y los chicos se miraban sin saber qué carajo hacer.
Primero se inventó la letra “a” para la mamá, la papá, la casa... después se inventaron las demás letras (ciertos autores dicen que la primer frase escrita fue: "papá da masa a mamá") y con ello, por suerte, se pudo dejar de lado el engorroso jeroglífico, donde se hacían dibujitos pedorros como por ejemplo:
Para decir “Tu mujer no está” tenían que dibujar a mi mujer tachada con una cruz.
Para “El primo está enamorado” dibujaban un primo dentro de un corazón o con cara de "bolastristes" pensando en la novia.
En “Cuidado con mi suegra” el dibujito era el de mi suegra y un ojo, y para "Vamos a tomar un café", algo como ésto.
La llegada de la imprenta de Brutemberg cambió todo el panorama, hoy hasta el escritor más “mediano” tiene su libro... o su blog.
Y si hablamos del origen de algo fundamental como los zapatos, ya lo dijo el poeta Antonio Agachado:
“Caminante no hay camino, se hace canino al andar...” (caminando como un perro)
Caminar sin zapatos siempre fue un problema para el hombre, sobre todo cuando tenía que ir pasear. Pensemos que antes no sólo había perros sueltos como hay ahora (donde usted puede pisar pequeñas cosas hechas por ellos), había todo tipo de animales sueltos, hasta dinosaurios y no es tan recomendable pisar lo del dinosaurio descalzo (eso seguro que no traía suerte alguna).
Los primeros zapatos fueron hechos con cuero de animales, por ejemplo agarraban un caballo, le sacaban el cuero de las patas y se lo ponían (así como el gaucho que usa la bota de otro); ahora si el hombre antiguo era medio coqueto, también estilaba ponerse los cascos del equino y quedaba de taco alto. Algunos llegaron a usar cuero de patas de mamut... pero caminaban muy lento, aunque mucho más seguro.
La rueda. Ese sí que fue un invento que cambió la historia. No vamos a decir que se tuvieron que romper la cabeza para hacer una rueda, pero con el tiempo resultó bastante útil… ¡ojo!, siempre hay que dar por el pito más de lo que el pito vale.
Antes de que existiera la rueda se vivían situaciones insalvables como cortar los ravioles, como no poder hacerse los bucles ante la falta de los ruleros, etc. Otra cosa, cuando pasaba un carro se escuchaba como arrastraba todo. El mundo era raro… y fundamentalmente ruidoso.
¿Saben que usó el hombre antes de la rueda...? ¡Los zapatos! o nadie presta atención cuando les hablo! Pero también utilizó las bolas naturales. En la naturaleza hay piedras en forma de bola y eso se usaba para rodar.
Los hombres armaban primitivos carros tirados por caballos que tenían las bolas muy pesadas, pero terminaba pesando más el carro que lo que lo cargaban. No era negocio.
El descubrimiento del palo fue significativo, un instrumento bastante rudimentario pero que sigue funcionando bárbaro hasta nuestros días.
Hoy con un palo se pueden solucionar un montón de cosas. Si no, ¿por qué la policía los sigue usando? ¿Acaso usan palms? ¿Usan rayos láser? ¡No señor! Usan el viejo y efectivo palo. Antes del palo los hombres se golpeaban con la mano, pero no dolía mucho, no servía. Después se golpearon con otras cosas como animales, hojas, algas, pescados... pero tampoco era muy efectivo. Hasta que un chabón descubrió que pegar con un palo andaba muy bien.
El palo también servía para despertar a otros, lo tocás con la punta del mismo y se despabila. Servía para revolver la olla, para empujar cosas desagradables, para rascarse la espalda.
Si al palo le sacaban punta servía para cazar, para pescar, para agarrar frutos, para clavarlo en la tierra cuando estaban aburridos, de bastón...
y sobre todo como corrector para el bruto, aquel que no quería el desarrollo de la cultura. Esto trajo paz, trajo orden, trajo progreso.
El tenedor, otro notable invento. Los buenos modales en la mesa son la mayor señal de cultura. Yo quisiera ver a más de uno que se hacen los intelectuales cómo son en la mesa... como dice el dicho “en la cancha se ven los perros”. El hombre que come como una bestia en la mesa también es una bestia a la hora de pensar. ¿Ustedes saben que el tenedor cambió la historia del mundo? Antes comían como salvajes, trinchaban con los dedos y el riesgo era fracturarse si la carne estaba dura. Con el tenedor las comidas se tornaron más amenas, hubo más tiempo para charlar, la charla dio origen a las ideas, ideas que se cruzaron con otras ideas y se hicieron más complejas, y que a lo largo de una cena dieron origen a las grandes ideas culturales, de ahí el homenaje de tantos autores a la comida:
Por ejemplo Nietzsche escribió Aquí comió Zaratustra, Roberto Arlt
-mientras cortaba un churrasco crudito- “El juguito rabioso”, de Vasconcelos, “Mi plato de naranja lima”; Kafka, “La gente morfó, sí”; Truman Capote, “Lasagna fría” y Juan José Saer -frente a una de muzza con morrones- garabateó "Una grande"... pero no la pudo terminar.
Para culminar, sigo convencido que el invento más inteligente hasta el día de hoy -como muchos de ustedes ya lo habrán escuchado- sigue siendo el termo. Ese recipiente que nos permite mantener los líquidos fríos o calientes. Ahora, el termo... ¿cómo lo sabe?
